13 may 2016

Juguetes y creatividad: la permanente necesidad de jugar. Toys and creativity: the permanent need to play

La permanente necesidad de jugar. Los juguetes como superviviencia del ser humano. The permanent need to play. Toys as the survival of Human Being.
Caballero de latas de pepinos, Alemania 1955
Toy Museum Nuremberg/Germany
La revista Express Juguetes B2B 559 de Abril/Mayo me ha publicado el artículo sobre la exposición "Notspielzeug. La imaginación de la posguerra"  realizada por el Museo del Juguete de Nuremberg durante la Feria del Juguete. Esta muestra  presentaba por primera vez en Alemania, y posiblemente en el mundo, una exposición sobre los juguetes hechos a mano en la posguerra. Son muchas las reflexiones que se derivan del contenido de esta muestra y de la forma que se realizó. Vamos a intentar sintetizar algunas de ellas. En la entrevista realizada a la directora del museo, la doctora Karin Falkenberg, nos explicó de entrada el título, ya que no hay una traducción directa del término “Notspielzeug” pero viene a significar “juguetes en tiempos de necesidad”. Ella misma explica como al no disponer de “Notspielzeug” ( juguetes artesanales) en sus archivos, hicieron una invitación a través de los medios de comunicación, para que los ciudadanos de Nuremberg, Franconia y Baviera, y el resto de Alemania a través de internet, les dejasen sus juguetes hechos a mano en su infancia para la exposición.
El término "Notspielzeug" definiría a los juguetes producidos de forma única y artesanal entre 1943 y finales de 1950. Habría que recordar que, en la Alemania de 1943 se prohibió fabricar juguetes que no fuesen para la exportación. Las fábricas de juguetes fueron convertidas o adaptadas a fábricas de armamento.

La directora Karin Falkenberg. Toy Museum Nuremberg/Germany
Notspielzeug son, por tanto, juguetes únicos diseñados en tiempos de necesidad. Fueron construidos por padres, familiares y amigos de los niños. A partir de material de desecho como chatarra de guerra y objetos cotidianos común como latas vacías, trapos o varillas de paraguas rotos. El Notspielzeug de la posguerra también provenía de materiales y ropas robados a las tropas de ocupación, como el oso de peluche de la señora "Brumm Hilde". En los años posteriores a 1945  las ciudades en ruinas de Alemania, sufrían de escasez de viviendas y de alimentos lo que les llevó a desarrollar un sentimiento de solidaridad por supervivencia, el trueque y el mercado negro, incluso de juguetes.
Ya de por sí es llamativo el planteamiento de la exposición por pretender exponer la parte menos amable de las consecuencias de una guerra, pero creo que aún más llamativo es pensar que las personas guardaban aquellos recuerdos. Lo sorprendente fue que más de 170 personas ofrecieron sus juguetes hechos por sus padres en los años de la posguerra entre 1945 y 1950.
La riqueza de la fantasía desarrollada para construir algunos juguetes para los niños, necesariamente nos hace recordar y reflexionar sobre algunos valores inherentes al hecho de jugar y hacer juguetes para otros.
Es una fehaciente demostración el haber guardado durante 70 años un juguete artesanal realizado por un ser querido, que el valor afectivo de un juguete como regalo va más allá de lo que haya podido costar en el mercado.
El contenido de la exposición es toda una reivindicación a la creatividad frente a la necesidad y la carencia de medios y materiales. La necesidad de jugar entre los escombros y las ruinas de las ciudades destruidas por los bombardeos, es un reflejo de la necesidad vital de generar esperanza.

    Toy Museum Nuremberg/Germany

    Toy Museum Nuremberg/Germany
Los más de 60 objetos seleccionados cubren gran parte de las tipologías conocidas de juguetes como muñecas y ositos de trapo, marionetas de cartón, vehículos de madera y metal, ciudades de cartón y madera, figuras con trozos de troncos, figuras con tornillos industriales, juegos de mesa con botones, silbatos con vainas de balas, yo-yos y arrastres con filtros de máscaras de gas, un coche hecho de un leño, un carrusel de manivela con la estructura de un paraguas, una armadura de latas, o para mi el más sorprendente, la canoa flotante con el depósito de combustible de los aviones.
Además se acompañaron con testimonios personales e historias familiares como los juguetes hechos por prisioneros en el frente ruso que los llevaron a sus hijos en su liberación seis años después del final de la guerra.
El aprendizaje que podemos obtener de esta experiencia museística va también más allá de la curiosidad de las piezas que nos muestra o de los sentimientos y emociones que nos pueda provocar por muy ajenos que fuésemos en el tiempo y en el espacio de aquel conflicto. Cuanto menos debería hacernos reflexionar sobre los orígenes humildes de todas las sociedades y países actualmente desarrollados. Posiblemente nos haría más comprensibles y solidarios hacia los más necesitados dentro y fuera, aunque en la puerta, de nuestras fronteras. Parece oportuno establecer una conexión entre el uso de los materiales de bajo coste en la actualidad con las necesidades del pasado. Estamos viendo en muchos juguetes actuales la utilización del cartón o  la chapa de madera cortados a láser que habrían sido inconcebibles hace pocos años atrás. Y es que los juguetes de la post-crisis tienen mucho que aprender de las capacidades adaptativas de la posguerra.
Esta exposición reivindica también la contribución a la innovación de un museo del juguete. De nuevo, esta paradoja nos lleva a otra reflexión. ¿Se puede guardar la innovación en un museo?. La respuesta es, rotundamente, si. Y la muestra es esta exposición. El ingenio desarrollado por la necesidad, que no por el despilfarro, de los recursos básicos conlleva una necesaria optimización de recursos, convirtiendo la carencia en algo rentable. Esta contraposición también se puede ver reflejada entre la excesiva dependencia tecnológica y la constante fascinación por los simples efectos mecánicos. Los museos del juguete, junto a las escuelas de diseño y los fondos documentales de patentes, son fuentes desaprovechadas de innovación. Posiblemente como disponemos de esa información en exceso, no la valoramos. Para proponer el futuro hay que entender el presente y para ello, hay que conocer el pasado. En el fondo, lo que hace a las personas y a las sociedades es la asunción de su historia personal y colectiva, que, aunque a medida que se hace presente todos los días, va pasando y acumulando, y está en función del aprendizaje constante que realicemos de ese entendimiento, cómo nos condicionará el futuro.
 Impuls-design
La iniciativa del Museo del Juguete de Nuremberg dirigida por la doctora Falkenberg demuestra que los museos no son solo contenedores de cultura cerrados, sino que los ciudadanos pueden aportar contenido a la memoria colectiva que todo museo representa.
El diseño de la exposición fue realizado por la empresa especializada  impuls-design .
El reto del diseño fue el reflejar los sentimientos y emociones de la población que ha participado de manera muy activa y que han cedido sus objetos queridos desde su dura infancia. Combinados con imágenes de la época, notas escritas a mano y relatos de los dueños de los juguetes presentados, los espacios expositivos se recrearon con materiales de la posguerra, como el tablero visto y crudo de DM atamborado, recordando a los materiales de baja calidad derivados del cartón y la madera.
 Impuls-design
Un diorama de Nuremberg como un gran teatro de papel muestra la ciudad en
ruinas, pero es en ese escenario y estado de ánimo con relatos personales donde se demuestra que, a pesar del ambiente deprimente, es posible para los adultos, con su sacrificio e imaginación, dar lugar a la alegría para los niños y niñas con los juguetes.
Las vitrinas se presentan divididas también  por paneles de tablero atamborado con la estructura interna vista, tal cual se hacían en la posguerra por la falta de espacio, ya que muchas grandes casas estaban confiscadas y se convertían en apartamentos con paredes ligeras para proporcionar viviendas baratas.
 Impuls-design
El tratamiento gráfico se redujo a utilizar tipos de mecanografía y los titulares de los diferentes apartados de la exposición se escribieron con tiza y con letra de caligrafía escolar. Todo un homenaje a la generación superviviente, generosa y participativa para conocer su pasado y demostrar que los juguetes generan esperanza en todas las generaciones.
En la colección Gabriel Songel ubicada en el Museo del Juguete de la UPV le dedicamos una parte a los juguetes artesanales de diferentes culturas dedicados a los animales, entre los que se encuentran los realizados por mi para mis hijos.
The exhibition organized by the Nuremberg Toy Museum with the title "Notspielzeug" that I had the pleasure to visit during the last Toy Fair in Nuremberg. The samples, the stories and the exhibition design were really simple, clear and pleasant. In my opinion the exhibition was very inspiring and invites to reflection about "postcrisis" toys. The spanish magazine "JuguetesB2B.Toys and games from Spain" asked me an article about the exhibition. How could we translate "Notspielzeug"? No-toys? Pre-toys? Homemade toys?. The message of the exhibition could be an invitation to remember that once we were poor and that we come from a humble society and that remind is important today to understand inmmigrants problems.
According to Dr Karin Kalkenberg, director of the museum,  was indeed difficult to translate "Notspielzeug". On their English handout they left the term "Notspielzeug", which means "toys in times of need". As they had hardly any "Notspielzeug" in the archives, they published a "call for toys" in the medias, hoping that citizens of Nuremberg, Franconia and Bavaria (and by internet in whole Germany) would give them their selfmade toys as a loan for the exhibition. In deed they received around 170 toys that were selfmade by parents and relativs for their children in the time between 1945 and 1950: the time directly after World War II, when in Germany there was hardly any (toy) industry. the Notspielzeug-exhibition does stand in a deeper context to any "times of need" in societies of (civil) war. The exhibition shows the rich phantasy of people who have neither money nor very much material to give "good" toys to their children.
 Impuls-design
The design exhibition was made by Impuls-Design. When designing the exhibition most attention was paid to use material from the period – namely hardboard, roofing slats and felt. These materials were then used for dividing off living spaces to create accommodation for people. Photographs printed directly onto sheets of hardboard reinforce the emotional message. The graphic design uses classic typewriter font, the headings are applied in chalk. This exhibition is a successful example of how a Museum can use participation and emotions to have an external impact.

Juguetes B2B.Juguetes y juegos de España is the most important magazine in toy sector not only in Spain but in many other latin american countries as well. It is member of ITMA.
In the collection Gabriel Songel, we include animal craft toys from different cultures and I include as well the ones made by me to my sons.

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