25 ago 2015

Albarracín y las marcas del hombre. Albarracín and Human Being footprints.


Albarracín, además de ser un destino turístico ideal tanto para parejas como para familias, jóvenes y mayores, es un magnífico ejemplo de la capacidad de adaptación al territorio del hombre desde tiempos inmemoriables y la constatación de su intento de dominar su hábitat a través de las diferentes manifestaciones del arte. La llamativa fisonomía del pueblo y la arquitectura adaptada guarda otros muchos detalles que pasan desapercibidos al visitante habitual. 



















Albarracín es un ejemplo perfecto de catálogo de registros de la cultura generada por el hombre en su integración con la Naturaleza y la Historia. Encontramos huellas de diferentes épocas desde las pinturas rupestres de Los Pinares de Rodeno, las marcas de cantero en las construcciones medievales como la Seo, la artesania manifestada en la cerámica, la forja de hierro, hasta la propia arquitectura tradicional que se adapta permanente a las irregularidades del terreno, o el museo del juguete, uno de los pocos existentes en España.

Todas ellas son manifestaciones de la necesidad del hombre de dejar su huellla, de dejar constancia de su saber hacer y de su intento de dominar la Naturaleza.


Albarracín no solo es uno de los mejores destinos elegido tanto por el portal Trivago como por la Guia Repsol; sino que además, la Fundación Santa María de Albarracín que gestiona parte del patrimonio histórico y cultural de la ciudad ha sido premiada en varias ocasiones.
El museo del juguete es otro ejemplo del respeto por el patrimonio industrial y cultural que representan los juguetes. La colección de Eustaquio Castellano es una magnífica ocasión para conocer los juguetes del pasado ambientados en diferentes espacios de una casa tradicional.

Pocos destinos concentran tan diferentes huellas de tan diferentes épocas de la cultura del Hombre. Por eso es tan especial Albarracín y esos detalles la convierten en uno de los destinos más bonitos en España.


Albarracín is one of the nicest small towns in Spain not only because of its appearance but because of its small details. It is a good sample of different cultural and historical footprints of Human Being, from Neolitic paintings, mason´s marks in its cathedral, ceramic and iron crafts on the streets, traditional architechture and a toy museum as a representation of industrial era.

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